Cada día sé agradecido por el agua que tienes a tu disposición.
Utiliza productos de limpieza y detergentes amigables con el ambiente para lavar su ropa, platos y limpieza en general.
Elije alimentos de producción natural de tu localidad, ya que las sustancias nocivas que son utilizadas en la agricultura convencional contaminan las aguas y, al final, al mar.
Maneja este recurso precioso con eficacia, ya que no puede ser reemplazado.
Elije cosméticos y productos para el cuidado del cuerpo orgánicos y sin sustancias de tipo hormonal activa (por ejemplo parabenos) y sin derivados del petróleo (por ejemplo parafinas).
Cuando programes salir de vacaciones, pregunta a tu agencia de viajes si en el hotel a orillas del mar se cuenta con una planta de purificación o hable con la persona responsable del lugar. Por ejemplo, en el Mediterráneo casi no hay plantas de purificación.
Siempre que sea posible, escribe cartas a los editores de medios de comunicación con el fin de concientizar las personas con el tema del agua y los océanos.
También envíale cartas con sugerencias y/o exigencias que pidan la reducción de la contaminación del agua a las autoridades, empresas e instituciones.