La Internet de los Bosques

La visión Darwiniana del mundo asume que existe una competencia constante entre todos los seres vivos, en la que gana el más fuerte. Durante mucho tiempo, este enfoque también se aplicó a los bosques. Según la creencia popular, los árboles luchan por la luz, el agua, los nutrientes del suelo, y sólo ganan los que se imponen sin piedad. «La teoría de la evolución de Darwin por la selección natural es obviamente el capitalismo del siglo XIX a gran escala», escribió el biólogo evolutivo Richard Lewontin. Y, de hecho, investigaciones recientes (léase, por ejemplo a, Erwin Thoma, Peter Wohlleben o Suzanne Simard) demuestran que nuestra comprensión de los árboles es fundamentalmente incorrecta y que su existencia no se basa en la competencia, sino en la cooperación.

De hecho, los árboles son probablemente el mejor ejemplo de cómo todo está conectado con todo. Como demuestran los estudios, los árboles, por muy silenciosos e inmóviles que nos parezcan, son de hecho maestros de la comunicación. No sólo tienen una conciencia de sí mismos, sino también de todo lo que sucede a su alrededor, y reaccionan en fracciones de segundo, si es necesario. Por un lado, lo hacen por medio de moléculas (de fragancia) a través de sus hojas, agujas y corteza, pero la verdadera acción ocurre bajo tierra. Hay una verdadera red (mundial) de los bosques.

 

Por un lado, los árboles se comunican entre sí cuando sus raíces se tocan. Por otro lado, el árbol está en constante intercambio con innumerables organismos del suelo; después de todo, una cucharadita de suelo alberga alrededor de un millón de bacterias y diez veces la cantidad de virus, muchos para el beneficio del bosque. Los árboles tienen una relación simbiótica particularmente estrecha con los llamados hongos mykkorhiza. Éstos rodean cada pequeña raíz y todas las raíces entre sí con una densa red de micelios. En esta red fúngica, que por su complejidad e inteligencia ciertamente puede competir con el cerebro humano, se intercambia constantemente información, pero también, por ejemplo, azúcar, carbono, hormonas o anticuerpos. Los árboles más grandes del bosque forman una especie de nódulo neuronal o de comunicación en todo el organismo del bosque y son los más conectados. Suzanne Simard, por ejemplo, pudo demostrar en un estudio que un solo abeto Douglas grande y viejo estaba directamente relacionado con otros 47 árboles, pero también estaba conectado con 250 más. Cuando tenían acceso a esta red, las plantas tenían un 26 por ciento más de probabilidades de desarrollarse y sobrevivir que las plantas que carecían de esa conexión. Debido a su capacidad para nutrir literalmente a todos los árboles a su alrededor de esta manera, Simard llama a estos viejos árboles «árboles madre»; son, por así decirlo, las matriarcas del bosque. Por esta razón, también es extremadamente importante que cuidemos mucho a estos árboles gigantes y no los talemos por pura avaricia.

Este intercambio y comunicación descrito aquí tiene lugar entre todos los árboles, sin importar a qué especie pertenezcan. La «Internet de los Árboles», en contraste con la de los humanos, es una verdadera red social que sirve al bienestar y la prosperidad de todo el organismo del bosque de una manera verdaderamente simbiótica. Éste es sin duda otro aspecto del que podemos aprender de la naturaleza.

Eventos

Colombia

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29 de Abril de 2022
9:00-12:00 am
Cra 58 # 70 C-
16 Bogotá D.C.
Sembrar y renovar plantas del Jardin de BogotáLucila Leal

29 de Abril de 2022
9:00-11:00 am
Avenida Quebrada seca, Bucaramanga, SantanderPlantacion de arboles

 

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Urb.Torreblanca 3ra. ET Mz-20 Lote 10, Carabayllo, LimaPlantacion de arboles

 

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